miércoles, 25 de noviembre de 2009




Lugares (fugas breves): Egipto I















martes, 24 de noviembre de 2009




El pupitre de Chema Madoz



Contaba Chema Madoz hace unos días (durante el cara a cara con Juan Bonilla en el Festival Eñe), la siguiente anécdota. Al parecer, cuando era niño, sus padres le enviaron a una especie de clases precolegio en casa de una señora que utilizaba como aula la cocina. Cuando llegó, como se había incorporado tarde a las clases, en la mesa de la cocina ya no quedaba sitio para él; de modo que, al día siguiente, tuvo que llevarse de casa su propia banqueta y la señora le hizo sitio… ¡en el horno!, sí, que desde ese momento dejó de ser tal para convertirse en el pupitre de Chema Madoz. También recordaba haber usado alguna vez el cartabón como navaja para hacerse el bocadillo.

Según él, bromeaba, quizá esa podría ser la lectura psicoanalítica, si acaso la hubiera, de su interés por la descontextualización o subversión de la esencia de los objetos.

Fuera ese o no el momento en el que descubrió que los objetos poseen la cualidad de poderse desdoblar y adquirir una dimensión más allá de aquello para lo que sirven, lo que Chema Madoz subraya es la importancia que para él tiene aprovechar esa posibilidad para conseguir imágenes potentes, que se muevan en la indefinición, en la incertidumbre, da igual cual sea su metáfora.



Por eso, explica, él prescinde de asignar títulos a sus fotografías, para no correr el riesgo de acotar sus posibilidades semánticas con encabezamientos quizá no suficientemente acertados. Dice sentir mayor confianza en la sutileza que puede lograr con la imagen que con la palabra, y que el título es un elemento más de la obra, algo que hay saber manejar con inteligencia para que contribuya al desconcierto significativo que, en su caso, él pretende generar con la imagen.

Me detengo en esto último. Porque es cierto que a veces un mal título puede no solo condicionar al público a la hora de hacer su propia lectura de la obra, sino también desorientarle, provocar en él la impresión de haberse equivocado, de haber extraído una interpretación errónea de la misma y hacerle creer que no está preparado para entenderla.
No existen las lecturas erróneas, solo compresiones personales. La manera en que uno “comprende” una obra está en relación con su bagaje personal y cultural, referido no solo a formación, sino también a vivencias, experiencia, sensibilidad, etc. Y, en cualquier caso, sería dudoso afirmar que el arte, en cualquiera de sus lenguajes, trate de explicar algo que los demás hayamos de entender (metáfora); más bien, diría yo, su faceta sería la de preguntarse o, mejor dicho, preguntarnos sobre el mundo, sobre la vida, algo a lo que, a su manera, cualquiera puede responder.

Luego, el material del que se sirve el artista es el mundo, la experiencia humana, y con ella —recurro aquí otra vez a Walter Benjamin—, “usando sus ojos, sus manos y su alma, construye algo sólido, útil e irrepetible”. Añadiría yo también, que algo mágico. Magia que equivale a misterio, a la incertidumbre e indefinición de las que hablaba Chema Madoz; en definitiva a lo que no se ve pero está y se percibe —lleve título o no— por muy descontextualizado que se muestre, como sus tijeras, sus cucharas o... ¡su pupitre!


lunes, 23 de noviembre de 2009




María Soledad Uranga gana el I Concurso Internacional de Microrrelatos “Museo de la Palabra”


Hace días que llueve es el título del microrrelato con el que María Soledad Uranga se ha convertido en ganadora de este premio y de los 7.000 euros con que el mismo estaba dotado. ¡Enhorabuena!



martes, 10 de noviembre de 2009




XVII Premio Internacional de Relato Hiperbreve Círculo Cultural Faroni 2009

Hasta el 10 de diciembre, sigue abierto el plazo de presentación de hiperbreves a este premio ya mítico entre los concursos de microrrelatos.

Los relatos hiperbreves, de tema libre, no habrán de superar las quince líneas en letra Times New Roman, cuerpo 12, (1.230 caracteres con espacios), deberán ser originales, inéditos y dignos de su lectura por parte del Jurado, y cada autor únicamente podrá presentar un texto pegado o escrito en el cuerpo del mensaje.

El autor del hiperbreve ganador recibirá como premio el libro Obras Maestras, que reúne más de 300 fotografías realizadas por Chema Madoz, así como la publicación del hiperbreve en la revista Literaturas.com. Podéis leer las bases completas aquí

lunes, 9 de noviembre de 2009





Por favor, sea breve II

El próximo miércoles saldrá a la luz el segundo volumen de "Por favor, sea breve", el libro de microficciones editado por Clara Obligado en 2002. Han transcurrido siete años desde entonces, un período en el que microrrelato se ha consolidado definitivamente como una de las formas narrativas más cultivadas del siglo XXI. Por algo será. Casa de América y Páginas de Espuma nos invitan a la presentación (y celebración) de este libro que con toda probabilidad, como el anterior, en muy poco tiempo se convertirá en emblemático. Felicidades a la antóloga, a los editores y, por supuesto, a los autores.






viernes, 6 de noviembre de 2009




ISMAIL KADARÉ, Premio Príncipe de Asturias de las Letras (fragmento de su discurso)
No somos capaces de evitar la idea de que el arte, si bien puede no depender de los Estados, las doctrinas, la moda, depende sin embargo de algo. Y enseguida pensamos en nuestro mundo real, dicho de otro modo en nuestra propia vida. La idea de que la literatura depende de la vida es ya casi oficial a nivel planetario.

Yo plantearía una pregunta que ya en sí misma resulta herética: ¿es esto verdad? La respuesta, por el momento, necesariamente ha de ser de doble sentido: no puede descartarse que el arte mantenga vínculos con la vida, aunque sólo parcialmente.

Permitidme que, en la parte final de mi discurso, explique muy brevemente esta medio herejía. Una vez aceptamos que el de la literatura y las artes es un mundo paralelo, referencial, ya hemos admitido también que es un mundo rival.

Y en consecuencia, dado que la rivalidad conduce de forma habitual al conflicto, lo queramos o no habremos de admitir que entre esos dos mundos, el de la vida y el del arte, habrá conflicto.

… /...
Desde luego, existen muchas diferencias entre ellos, pero hay una de dimensión colosal que se sitúa por encima de todas las demás. Es la siguiente: mientras que, en su conflicto con el arte, el mundo real llega a tal extremo de furor como para precipitarse a destruirlo, en ningún caso, lo repito, en ningún caso la literatura y el arte atacan al mundo real con intención de dañarlo, sino que, por el contrario, pugnan por tornarlo más bello, más habitable.

Es una diferencia absoluta entre ambos. Y en tal caso esa diferencia no viene a constituir sino la más sublime confirmación de la verdadera independencia del arte.



FOTO: Buda de Bamiyán (Afganistán). Guiarte.com


Sobre el conflicto entre arte y realidad sobre el que centra su discurso Ismael Kadaré, viene al hilo recordar a Walter Benjamin. Para él, el momento histórico en el que se produce una obra de arte define su función y significado, lo que él llama su aura, algo que resulta irrepetible tal cual en un contexto histórico nuevo. Como es lógico, ante circunstancias históricas distintas, la obra de arte se expone a formas de pensamiento y lenguajes también distintos que transforman o reinterpretan —a menudo para bien y en casos excepcionales por suerte para mal— su función y significado originales (su aura).

La obra reacciona a ese cambio de contexto adaptándose a él, contemporizando y respetando sus valores y cánones, distintos, sí, de aquellos en los que fue creada, pero inductores también de otros matices y connotaciones que la hacen crecer en significación, que la mejoran y embellecen. Mejoras que revierten “sincrónicamente” —porque no es la gallina antes que el huevo ni viceversa— en dicho entorno: el arte se alimenta de la vida y la vida del arte, y en esa retroalimentación ambos se perfeccionan, se ennoblecen.

¿De dónde surge entonces el brete entre uno y otro?

Yo diría que el conflicto tiene que ver con la identificación que algunos tienden a establecer entre el mundo real y el mundo artístico, con la confusión entre arte y realidad, con el enjuiciamiento de la práctica artística desde ángulos que nada tienen que ver con lo artístico, sino más bien con lo ideológico, lo político, lo religioso, lo económico.

Edgard W. Said, analista de origen palestino y premio Príncipe de Asturias, afirma que “la cultura a menudo tiene que ver con un agresivo sentido de la nación, el hogar, la comunidad y la pertenencia". Es en el juicio acerca de si una obra de arte y su autor participan del suelo cultural que se conoce y al que se pertenece donde suelen producirse reacciones negativas contra aquellos y, en el peor de los casos, ese furor destructivo del que habla Ismael Kadaré.

En cualquier caso, más allá de ese furor y al margen de que la obra consiga sobrevivir o no físicamente al mismo, la ductilidad y permeabilidad del arte, su tolerancia a lo nuevo —en definitiva, su capacidad de adaptación— prueban su naturaleza independiente y son la clave de su pervivencia a través de los años, en la longitud y latitud de los siglos.

jueves, 5 de noviembre de 2009




VOCES: Montero Glez.


... era todo un cuentista y, como todo buen contador, conseguía que todo lo contado ocurriese.


MONTERO GLEZ., Cuando la noche obliga