jueves, 2 de abril de 2009




EN LÍNEA



La taquillera del metro le indicó que tomase la línea naranja. Al llegar al hospital, una línea roja en el suelo del vestíbulo le condujo zizagueante hasta la ventanilla de citaciones. Ya en la calle, de vuelta a la oficina, tuvo que desviarse ligeramente de su camino ante una cinta amarilla que señalaba obras… A la hora de la cena hizo cola en un autoservicio cercano a casa: encontró las ensaladas al final de la línea blanca.

Cuando entró en su apartamento, solo tuvo que seguir el rastro de orina de la perra para orientarse hasta el dormitorio.


Finalista del V Premio de Microrrelatos El Basar Montcada Ràdio, y publicado en Microorganismes